jueves, 24 de julio de 2008

Duración de la lactancia y síndrome metabólico en mujeres de edad media

El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de anormalidades metabólicas que incluye la resistencia a la insulina, la dislipidemia, la hipertensión y la obesidad. Las mujeres con SM tienen mayor riesgo de diabetes mellitus, más eventos cardiovasculares y mayor mortalidad. El tabaquismo, las dietas inadecuadas y el sedentarismo también se asocian con mayor riesgo de SM.
La lactancia modifica el metabolismo y altera la homeostasis energética, aumenta los niveles de colesterol HDL, disminuye los triglicéridos y mejora la sensibilidad a la insulina en el período posparto. Como consecuencia, también mejora el SM. La duración de la lactancia también se ha asociado con una menor incidencia de diabetes tipo 2 y posiblemente de hipertensión en la edad avanzada, demostrando que la lactancia puede brindar beneficios a largo plazo para la madre.
Los autores afirman que no tienen conocimiento de trabajos que estudien la asociación entre la duración de la lactancia y el SM. El presente estudio realizó un análisis de sección cruzada de la asociación entre la duración de la lactancia durante toda la vida y la prevalencia de SM en una cohorte de mujeres de edad mediana que participaron del SWAN, sobre la hipótesis que la duración de la lactancia se asocia con menor prevalencia de SM en mujeres de esa edad.
Material y método
Se hizo el análisis de cohorte de 2.516 mujeres (de un total de 3.302) con hijos, de edad mediana, utilizando el método de regresión logística de múltiples variables para determinar la asociación independiente de la lactancia y duración de la lactancia sobre la prevalencia del SM.
Resultados
El 64.4% de las participantes (1.620 mujeres) tenían antecedentes de amamantamiento, con un promedio de duración de la lactancia de 1,16 años. El 21,3% de las mujeres (n = 536) presentaba SM. Luego de hacer los ajustes de cálculo por edad, antecedentes de tabaquismo, paridad, etnia, estado socioeconómico, lugar donde tuvo lugar el estudio, actividad física, ingesta calórica e índice de masa corporal (IMC) en la época de la escuela secundaria, las mujeres con antecedentes de amamantamiento tenían un riesgo relativo (RR) significativamente menor de SM (RR 0,79). Por otra parte, la mayor duración de la lactancia también se asoció con menor riesgo de SM (RR 0,88).
Comentarios
Recientemente ha sido demostrada la asociación entre el antecedente de amamantamiento y el SM. Este estudio avala y amplía dicha observación y demuestra que la tasa de SM es significativamente menor cuando la duración de la lactancia es mayor, lo que indica una relación dosis respuesta. Sin embargo, dicen los autores, entre el tercer y el cuarto embarazo se llega a un umbral, luego del cual los efectos protectores de la lactancia no continúan. Este hallazgo fue inesperado para los autores, porque la mayor paridad se asocia con mayor duración de la lactancia, pero también se asoció con más retención del peso y, en forma independiente, con mayor prevalencia del SM. En base a esto, los autores sostienen que, entre el tercer y cuarto embarazo, los efectos del mayor número de partos contrarrestan los beneficios de la mayor duración de la lactancia. Se comprobó que el amamantamiento atenúa los cambios adversos en los niveles del colesterol LDL y, que más allá de los 16 meses posteriores al parto, una duración más prolongada de la lactancia (más de 3 meses) modera los descensos del colesterol HDL asociados con el embarazo.
Los autores también comprobaron una correlación estadísticamente significativa entre la duración de la lactancia y los niveles de colesterol HDL, y una correlación inversa con los niveles de colesterol LDL. Por otra parte, cuando analizaron la asociación de la lactancia teniendo en cuenta los componentes individuales del SM, comprobaron que la lactancia tuvo una relación significativa con un menor riesgo de hipertensión arterial, obesidad abdominal e intolerancia a la glucosa en ayunas, luego de hacer los ajustes en función de varios factores de riesgo. La duración de la lactancia se asoció con menor incidencia de diabetes mellitas de tipo 2 en mujeres con hijos. Este hallazgo, dicen, está de acuerdo con sus observaciones previas acerca de un efecto protector importante de la lactancia sobre la glucemia en ayunas. Los investigadores corroboraron que la lactancia más prolongada protege contra el desarrollo de hipertensión arterial, coincidiendo con los resultados de un estudio en mujeres coreanas.
Entre las limitaciones del, los investigadores destacan que el SM pudo haber precedido al período de lactancia y expresan que las mujeres propensas al SM pueden tener dificultad para iniciar la lactogénesis. En cuanto a que la obesidad materna retrasa la iniciación de la lactancia y disminuye su duración, los autores consideran que el cálculo queda equilibrado al hacer los ajustes considerando el IMC en la escuela secundaria. La lactancia puede proteger contra la obesidad y esto puede estar relacionado con el SM.
Luego del análisis ajustado por variables, la lactancia se asoció con varios componentes del SM además de la obesidad abdominal. Por otra parte, cuando en el cálculo se eliminó la circunferencia de la cintura del SM y luego se volvió a utilizar en el modelo multivariable y ajustado por el IMC, la relación entre el antecedente de lactancia y su efecto metabólico siguió siendo estadísticamente significativa. Luego del ajuste, también permanecieron sin cambios marcadores como el estilo de vida, la dieta, el ejercicio y el tabaquismo. Si bien la duración de la lactancia se basó en el relato de las mujeres, está comprobado que el recuerdo es válido hasta aproximadamente 20 años.
La lactancia puede afectar al metabolismo imprimiéndole mayor eficacia energética, la cual podría persistir luego del período de lactancia. En el período poslactancia inmediato, los ácidos grasos libres plasmáticos en ayunas, tanto basales como en respuesta a la infusión de noradrenalina, son significativamente inferiores que los observados durante la lactancia o la alimentación con mamadera y en las mujeres control no embarazadas. Asimismo, luego del amamantamiento, la respuesta del glicerol plasmático a la noradrenalina es significativamente menor que en los controles. Cada uno de estos cambios representa una mejoría en la eficiencia metabólica.
La lactancia puede disminuir la adiposidad visceral como ya ha sido demostrado. Se cree que la acumulación central de grasa tiene una base fisiológica debido a la disminución de la termogénesis posprandial. La redistribución de la grasa central durante la lactancia puede mejorar la termogénesis lo que su vez mejoraría el metabolismo. También disminuye la prevalencia de SM mejorando la sensibilidad a la insulina. Durante el amamantamiento se ha observado una mejoría de la tolerancia a la glucosa, la glucemia y el Área Bajo la Curva de la curva de tolerancia a la glucosa en la diabetes gestacional. En la diabéticas gestacionales que dan de mamar el índice de disposición es mayor, indicando una función más eficiente de las células beta del páncreas. Los autores hallaron una correlación inversa importante entre la duración de la lactancia y los niveles en ayunas tanto de la glucosa como de la insulina.
Conclusiones
La duración de la lactancia se asoció con menor prevalencia del síndrome metabólico, al modo dosis-respuesta, en mujeres de mediana edad con antecedentes de amamantamiento. Esta asociación es más marcada luego del primer y segundo embarazo alcanzando un umbral en el cuarto embarazo. Estos cambios dependen de los cambios en la resistencia a la insulina, la adiposidad visceral y/o el metabolismo de los ácidos grasos libres. Sin embargo, los autores sostienen que hacen falta más investigaciones para confirmar y analizar estos resultados. Además de los beneficios pediátricos de la lactancia, estos beneficios para la madre pueden alentar a que más mujeres inicien y mantengan la lactancia.

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