martes, 30 de septiembre de 2008

La lactancia protege a las familias de los riesgos de la leche de formula contaminada.

La lactancia protege a las familias de los riesgos de la leche de formula contaminada.

DE EMISIÓN INMEDIATA

Las madres pueden escoger amamantar o re-lactar con la información y el apoyo necesarios

(Septiembre 2008) Dio gran tristeza a los representantes de La Liga de la Leche Internacional saber de la enfermedad de decenas de miles de bebés chinos que fueron alimentados con fórmula contaminada por el químico melamina. La melamina se encontró en varias marcas de leche artificial para infantes manufacturada en China y en otros lácteos, tales como la leche normal, el yogurt y el helado. Por lo menos cuatro bebés han muerto, más de 150 han sido hospitalizados con insuficiencia renal y miles se han enfermado al alimentarse con fórmula contaminada. La melamina es una sustancia química que se usa como un agente espesante y también como ingrediente en los fertilizantes. Incrementa el perfil proteínico de la leche de manera artificial y puede causar enfermedades renales.

A nivel mundial se están realizando retiradas masivas de productos lácteos. La Liga de la Leche Internacional (LLLI) sugiere enfáticamente que las madres cuyos hijos son alimentados con fórmula consideren re-lactar para evitar la exposición posible a la fórmula contaminada y fórmulas preparadas de manera incorrecta; otra ventaja sería el poder nutrir a sus infantes en el caso de algún desastre.

La relactación se puede lograr aun cuando un bebé no se haya amamantado o lo haya hecho poco. Se requiere mucha determinación de parte de la madre y mucho apoyo para ella. La relactación puede establecerse aun varios meses después del parto o en el caso de madres adoptivas. LLLI ofrece una variedad de recursos para las madres que quieren re-lactar en el sitio (información disponibles en ingles) http://www.llli.org/FAQ/relactation.html.

Aunque los profesionistas de la salud alrededor del mundo aconsejan la lactancia materna como la mejor opción, las madres que deciden alimentar con fórmula a sus bebés a menudo lo hacen por creer que así les ofrecen lo mejor a sus hijos. Los mensajes comerciales de los fabricantes de fórmula promueven la creencia de que la leche de fórmula es igual o superior a la leche humana. Estas tácticas de mercadotecnia prevalecen aun en países en vías de desarrollo donde con frecuencia es difícil comprar, preparar y almacenar sustitutos de la leche materna de forma adecuada. El concepto de que son superiores estos sustitutos de la leche humana pueden hacerse tan omnipresentes que las madres encuentren poco apoyo o ninguno cuando deseen amamantar.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de un millón de niños mueren cada año por no ser amamantados. La OMS calcula que no más de 40 por ciento de infantes a nivel mundial se amamantan exclusivamente durante los primeros seis meses de vida. Un fundamento principal de la Estrategia Global para la Alimentación de Bebés y Niños Pequeños de OMS y UNICEF es la meta de que los bebés sean amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de la vida. Después de seis meses, se recomienda que la lactancia materna continúe en conjunto con la introducción de alimentos locales. Para el primer año de la vida y más allá, la leche humana proporciona nutrición y protege a los niños de enfermedades. Las investigaciones demuestran que el valor nutricional de la leche materna, específicamente el contenido en grasas y energía, continúa más allá del primer año. Existen muchas razones por las cuales las mujeres deciden no amamantar, incluyendo algunas condiciones médicas que constituyen contraindicaciones a la lactancia materna. Sin embargo, en la ausencia de tales contraindicaciones, es imprescindible proveer información y apoyo a las mujeres para que amamanten.

Las mujeres embarazadas deben saber que mientras que el amamantar es natural, es también un comportamiento aprendido. Muchas madres y bebés empiezan la lactancia al pecho y continúan sin problemas, pero este no siempre es el caso. Las madres que posean dificultades pueden encontrar información contactando a una líder de La Liga de la Leche o asistiendo a las pláticas que se ofrecen mensualmente.

Tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo, las mujeres necesitan información y apoyo para amamantar a sus bebés. Desde 1956, LLLI ha ofrecido tal información y apoyo. Ya existen grupos de apoyo de madre a madre en casi 70 países. El libro El arte femenino de amamantar, publicado por LLLI; ha vendido más de dos millones de copias y el sitio de LLLI en Internet alcanza a millones de mujeres al año. Para más información acerca de la lactancia materna o para encontrar un grupo en su área, pueden visitar la página web de LLLI en www.llli.org.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Otros beneficios del parto natural

Otros beneficios del parto natural

Las madres que dan a luz mediante parto natural son significativamente más receptivas a los llantos de su bebé en comparación con las que se someten a una cesárea, según el resultado de nueva investigación realizada por la Universidad de Yale.

Así lo sugieren las resonancias magnéticas del cerebro hechas a las madres entre dos y cuatro semanas después del parto por científicos del “Child Study Centre (Centro de Estudios Infantiles)” de Yale, institución que cita la agencia EFE.

Los resultados del estudio, que se publicaron ayer en “The Journal of Child Psychology and Psychiatry”, indican que, ante el llanto de su bebé, las mujeres que tuvieron un parto vaginal registraron una mayor actividad en las zonas del cerebro que se cree que regulan las emociones, la motivación y la conducta.

La capacidad de desarrollar los comportamientos y actitudes necesarios para que los padres de familia cuiden adecuadamente a sus recién nacidos está relacionada con una serie de circuitos cerebrales y de hormonas, afirman los investigadores.

Durante un parto vaginal, las contracciones del útero y la estimulación vagino-cervical desencadenan la secreción por la glándula pituitaria posterior de la oxitocina, una hormona considerada clave para la conducta maternal de los animales.

“Nuestros resultados apoyan la teoría de que los cambios en las condiciones del parto, como en el caso de una cesárea, que altera las experiencias neurohormonales del alumbramiento, pueden disminuir la receptividad del cerebro humano materno en el postparto temprano”, comenta el doctor James Swain, autor principal del estudio.

Al analizar las zonas del cerebro afectadas por las condiciones del parto, los investigadores también detectaron una relación entre la actividad cerebral y el estado de ánimo de las madres de familia, lo cual podría contribuir a regular las depresiones postparto.

Comprensión Según Swain, eso ayudaría a comprender mejor la neurofisiología y la psicología de la relación entre madres e hijos en momentos en los que las mujeres esperan cada vez más para ser madres, lo que incrementa sus probabilidades de tener que someterse a una cesárea.

La práctica de esta intervención quirúrgica, considerada necesaria en muchos casos para garantizar la salud o la supervivencia del bebé o de la madre, y a la que se relaciona con la depresión postparto, aumentó de forma espectacular durante las últimas décadas en los países occidentales.
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