lunes, 15 de junio de 2009

Una proteína de la leche materna acaba «in vitro» con las células cancerosas


Científicos suecos han demostrado en el laboratorio que una proteína de
la leche de la madre, cuya función es producir lactosa, se transforma cuando
entra en contacto con el ácido gástrico del bebé y provoca el suicidio de
células tumorales





JEROME BURN
La felicidad bien podría ser un componente de la leche materna denominado
Hamlet. Hace algunos años, investigadores suecos realizaron un sorprendente
descubrimiento que, sin embargo, ha pasado en gran medida inadvertido: la leche
materna es muy efectiva para eliminar células cancerosas en una probeta.
Todo tipo de células tumorales, algunas de las cuales resistían la acción de un
abanico de agentes químicos, se suicidaban frente a esta sustancia.
En junio del año pasado, el mismo laboratorio anunció que había identificado la
proteína responsable de este fenómeno, a la que bautizaron como Hamlet (siglas
en inglés de la alfa-lactoalbúmina humana transformada en letal para las
células tumorales). Pero, ¿beber leche materna podría ayudar a los adultos
enfermos de cáncer?

Pruebas

«No tengo ni la más remota idea», dice Catharina Svanborg, profesora de
inmunología del Instituto de Medicina de Laboratorio, un departamento de la
Universidad Lund de Suecia. «No poseemos ningún dato al respecto y no quiero
contribuir a crear falsas expectativas. Solamente, hemos comenzado a comprender
cómo funciona en el organismo de un bebé. Lo que sí sabemos es que Hamlet es
muy efectiva en una probeta y que, en animales, hemos obtenido resultados
prometedores». La futura esperanza radica en que Hamlet pueda sentar la base de
un nuevo fármaco anticancerígeno con menos efectos secundarios que los
actuales.
Hace siete años que se inició esta saga, cuando un asistente del laboratorio de
Svanborg estudiaba la reconocida capacidad de la leche materna para combatir a
los gérmenes. Se percató de que las células cancerosas empleadas en el
experimento estaban muriendo. Svanborg se preguntó si esto podría explicar por
qué el riesgo de linfoma, un tipo de cáncer infantil, es nueve veces superior
en el caso de los lactantes de biberón. La siguiente sorpresa fue que la
proteína asesina responsable de este suicidio celular (apoptosis) era la
alfa-lactoalbúmina, uno de los componentes más comunes de la leche materna.
Cualquier libro de texto explica que la principal función de la alfa-lac es la
producción de lactosa, azúcar de la leche. No se mencionan en absoluto misiones
de «búsqueda y destrucción». El alfa-lac transformado, «no sólo asigna como
objetivo a las células cancerígenas», dice Svanborg, «sino a todo tipo de
células inmaduras o de crecimiento acelerado, dejando en paz a las células
maduras y estables». Este alfa-lac transformado es el que ha sido bautizado
como Hamlet por el equipo investigador.
La descripción convencional del alfa-lac indica que se crea por el ensamblaje
de largas cadenas de aminoácidos, que a continuación se pliegan de forma
compleja. Esta forma es crucial, según la labor que cada proteína deba
desempeñar. No soló los priones, también implicados en la enfermedad de las
vacas locas, cambian de forma, con resultados devastadores para el cerebro,
sino que también lo hace el alfalac, aunque, en este caso, con un resultado
completamente benigno.

Acido gástrico

La poción mágica responsable de este cambio es el ácido gástrico. El alfa-lac
normal entra en el estómagodel lactante y sale de él convertido en Hamlet. Para
completar esta transformación, se requiere de otrofactor, también presente en
la leche materna, pero que Svanborg mantiene por el momento en secreto.
El Hamlet que el equipo investigador piensa emplear para la siguiente batería
de pruebas procede deinsectos modificados genéticamente. «La leche materna no
es una fuente práctica para la cantidad deHamlet requerida» afirma Christopher
Higgins, director de ladivisión MRC de la Clinical Sciences delImperial College
en Hammersmith (Londres). Uno de los proyectos suecos consiste en desentrañar
cómoHamlet selecciona las células que destruye. Ya van a empezar las pruebas en
ratones.




Via: http://www.elmundo.es

1 comentario:

Unknown dijo...

Dios quiera sería un gran avance!

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